lunes, 28 de octubre de 2013

Amigos imaginarios

- ¿Ya estás trabajando en tu redacción? ¡No hay que entregarla hasta el jueves!
- Sí, ya lo sé, mamá dice que las pastillas deben estar funcionando
- Bueno, ya, pero está nevando fuera, y pensé que, podíamos...
- Perdona ¿qué?, no te estaba escuchando, de verdad que debería acabar ésto...
Calvin y Hobbes

Pollito tiene un amigo imaginario. Bueno, uno no, tiene cinco. Ella todo lo hace a lo grande...

Desde este verano, juega con "sus niños" los ratos que se queda sola. Al principio, la verdad, es que nos daba como repelús. Es un poco inquietante oir a tu hija hablar sola, y no con sus muñecos, no, sino a una "audiencia". Lo peor fue cuando nos quejamos de que estaba durmiendo peor, y nos explicó que es que sus niños la molestaban y no la dejaban dormir. Ay madre...

Pero en realidad esta niña es muy razonable, y cuando le preguntamos si eran de verdad o inventados, nos miró con cara de "estos no se enteran" y nos dijo que claro, que eran imaginados. ¿Y por qué no te imaginas unos niños buenos que no molesten? Mano de santo. Tiró a los "niños malos" por la ventana (o eso dijo ella) y se quedó con unos niños buenos, que son cinco, que juegan con ella. Tienen cuatro años, y no molestan. Tienen unos nombres raros que Pollito se va inventando sobre la marcha, y que yo creo que van cambiando según su humor.

Y ella es feliz, así que no deberíamos preocuparnos ¿no?
Pues no, claro, te preocupas. Tener amigos imaginarios ¿es normal?

Ale, pues como yo me tiro al trapo, todo el fin de semana llevo leyendo sobre el tema, a ver si es normal, o si significa que le falta algo. Y os lo cuento.

Los amigos imaginarios, según los psicólogos, pueden ser de dos clases. Totalmente imaginarios (o invisibles), o muñecos personificados. En ambos casos, no se ha podido comprobar que supusieran un problema para el niño, o que fueran consecuencia de problemas de relación con otro niños.

Aproximadamente la mitad de los niños tienen un amigo imaginario. La mayoría de estos niños son hijos únicos o primogénitos, lo que hace pensar que son niños que juegan a ratos solos. Y se imaginan compañeros de juegos, para que les hagan compañía, o para practicar el juego con otros niños. Lo que está claro es que cuando aparece un niño real, se olvidan del imaginario rápidamente.

Es más, parece que los niños con amigos imaginarios tienen mayores tendencias sociales. Son niños que se llevan bien con otros niños, y que cuando tienen otros niños alrededor son bien aceptados por ellos. No son más tímidos o más inseguros (o más mandones) que los otros niños, al contrario, en algunos casos parece que la práctica de las relaciones sociales con los amigos imaginarios les ayuda a mantener mejores relaciones con otros niños.

Sí que parece existir un perfil de personalidad de los niños con amigos imaginarios. Suelen ser  niños muy creativos y fantasiosos, con una gran sensibilidad con las emociones de los demás. Son niños que desarrollan antes la teoría de la mente, y que tienen una narrativa más desarrollada más precozmente. Es decir, su vocabulario es igual que el de los niños sin amigo imaginario, pero cuentan historias más hiladas y con más detalles. Tampoco son niños que no reconozcan la diferencia entre realidad o ficción. Saben perfectamente que sus amigos no son reales, sino inventados. Pero les da igual...

También se ha estudiado si estos niños tienen problemas de adaptación cuando crecen, y no lo parece. Y se ha estudiado el fenómeno en adultos, por si esto tiene efecto en relaciones sociales futuras, y tampoco lo parece. Sí que es verdad que los niños con amigos imaginarios de mayores siguen siendo personas emotivas, creativas y con empatía.

En resumen, que ni es bueno, ni es malo. Es el resultado de mucha imaginación, y grandes dosis de tiempo libre sin otros niños alrededor.

Y vuestros niños ¿tienen o tuvieron amigo imaginario?

Por si os apetece profundizar en el tema, os dejo la

Bibliografía:

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Pearson, D., Rouse, H., Doswell, S., Ainsworth, C., Dawson, O., Simms, K., … Faulconbridge, J. (2001). Prevalence of imaginary companions in a normal child population. Child: Care, Health and Development, 27(1), 13–22. doi:10.1046/j.1365-2214.2001.00167.x
Taylor, M., Carlson, S. M., Maring, B. L., Gerow, L., & Charley, C. M. (2004). The Characteristics and Correlates of Fantasy in School-Age Children: Imaginary Companions, Impersonation, and Social Understanding. Developmental Psychology, 40(6), 1173-1187. doi:10.1037/0012-1649.40.6.1173
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Trionfi, G., & Reese, E. (2009). A Good Story: Children With Imaginary Companions Create Richer Narratives. Child Development, 80(4), 1301–1313. doi:10.1111/j.1467-8624.2009.01333.x


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

8 comentarios:

  1. Mientras no vaya a más la cosa y podáis rodar una peli de miedo en vuestra casa no hay problema jajaja. Es broma.

    Todos deberiamos tener un amigo imaginario con el que poder charlar y hacer cosas, seguro que sería el amigo genial y si no pues por la ventana como hace tu hija jaja.

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  2. En serio, estuvimos pensando en hacer una limpieza de esas de espíritus en casa... menos mal que mi niña es de armas tomar, y se encargó ella de echarlos.
    Un beso!
    PD: para eso sirve internet ¿no? es nuestro gran amigo invisible

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  3. A mi me dará miedo si nos pasa pero por todas las pelis de miedo y eso que no las veo, yo siempre he leído que era algo normal, se pasará sólo. Es una etapa más. Un beso

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    1. A mí es que las cosas de espíritus me dan muy mal rollo...
      Pero sí, es una etapa. En cuanto su hermana empiece a darle la lata, seguro que también lanza a los niños "buenos" por la ventana. Un beso!

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  4. Pues creo que a mí, según cómo, me haría hasta gracia (todo depende del amigo, claro, jajajajaja). Gracias por la info, no había indagado mucho sobre el tema!
    Muas!

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    1. Pero bueno, Mo, tu con tu historial, ¡organizarías una merienda para los niños! ¡y la comida volaría!
      Un beso guapa!

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    2. Jaaaaaaajajajajaja! Que gracia me ha hecho, jajajajaja! :D

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  5. No se si te servirá de consuelo o si temblarás por pollito y la llevarás directa al psiquiatra, pero yo también tenía un amigo imaginario cuando era pequeña ;-)

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