lunes, 4 de marzo de 2013

Inicio de lactancia y postparto


Hay que ver qué diferencia entre el primer niño y el segundo. En todo. Lo que con Pollito fue una lucha, con Gatito está saliendo rodado. Y vale que Pollito era prematura, y que había que estar todo el rato encima de ella para que comiera, pero a eso había que añadirle muchos nervios, mucha inseguridad, mucho miedo y mucho mal cuerpo.

Con Gatito está siendo otra cosa.

Empezando porque la experiencia es un grado, y cosas que con Pollito habrían sido una preocupación, ahora con Gatito sabemos que es cuestión de esperar, insistir y volver a intentar, pero sin agobios. Con la primera, todo tenía que arreglarse, pero YA. Con la segunda, si no se arregla hoy se arreglará mañana. Y si llora un poco, pues es que los bebés de vez en cuando tienen retortijones. Y ni es nuestra culpa, ni está enferma, ni es el pecho... es lo normal, y ya se pasará.

Pero es que la diferencia también ha sido grande desde el primer minuto. Nada más llegar a la habitación, Gatito empezó a cabecear y buscar el pecho. La ayudé a encontrarlo y enseguida comenzó a mamar. Y desde entonces, se engancha bastante bien ella casi sola, y mama mucho rato seguido. Pollito daba dos traguines, y se dormía. Y había que despertarla, pellizcarla, ponerla de pie... diez minutos después conseguías que abriera la boca, daba dos traguines... y se volvía a dormir. Y otra vez volver a empezar. Y sacarle los gases era dificilísimo, supongo que porque tenía pocos, de lo poco que comía, pero... nos angustiaba.

Gatito se engancha, gruñendo frustrada si no lo consigue a la primera. Mama todo seguido, tragando con gusto durante unos diez o quince minutos. Incluso cuando se duerme, sigue mamando a buen ritmo. Cuando acaba, se desengancha, y llora. Fuerte. La cambias de pecho, y repite operación. Y cuando acaba, se desengancha, llora, la pones en vertical, eructa y se cuaja.

Claro, estas ansias por comer vienen con su lado malo, y es que hemos empezado antes con los dolores de tripa. No los llamo cólicos porque (por ahora) son poquito rato, coincidiendo con las últimas tomas de la tarde y la última de la noche. La pobre tiene muchos retortijones, y llora y se retuerce. Pero con ella ya no nos agobiamos tanto. Nos la vamos cambiando, la cambiamos de postura, le doblamos las piernecitas... hasta que suelta los gases o una caca enorme. Y entonces se tranquiliza y se duerme. Lo que sí que intentamos es que en ese rato no se lo pase mamando sin parar, porque sospechamos que parte es el ansia de quitarse el dolor de tripa tragando lo que hace que tenga más gases. Así que yo intento darle una toma más o menos normal, haciéndola eructar cada vez que se desengancha y llora, y cuando parece que ya ha vaciado el pecho, no le vuelvo a dar de mamar hasta que no se le ha pasado el dolor, y así mama un poquito más para calmarse y dormir, pero no se embucha hasta rebosar.

Y es que a mí a los tres días me subió la leche de golpe. Eso que dicen que cuanto más maman menos se nota la subida... FALSO. Parecía la Pamela Anderson de los vigilantes de la playa, pasé de una 85 a una 100 en 24horas. Dos días más tarde y un bote de crema Trofolastín después, volvimos a la normalidad, pero entre tanto la pobre Gatito no daba abasto con tanta leche, me salía a chorro.

Y eso con Pollito, me preocupó muchísimo, que si no se agarraba bien por la hinchazón, que si el dolor cuando mamaba (o peor, cuando se saltaba una toma y yo creía que iba a reventar...), mil cosas que se me pasaban por la cabeza. Con Gatito... pues si se saltaba una toma (lógico, en una toma se tomaba lo que antes salía en dos) pues me sacaba un poco de leche con el sacaleches. Y más Trofolastín, a ver si esta vez no me salen estrías en el pecho.

Pero nada, ya hemos vuelto a la normalidad. Gatito empieza a mamar más de seguido, un pecho y luego el otro, mama más deprisa, y aguanta un poco más entre las tomas. De noche, mama cada dos horas más o menos. Al principio de la noche duerme en su cuna sidecar, y así yo puedo dormir un rato boca abajo, que me duele menos la espalda. A mitad de la noche, yo ya me duermo durante la toma, así que conmigo que se queda. Con Pollito, con lo pequeña que era, no me atrevía a dejarla en la cama, por si la espachurraba. Así que las tomas eran sentada, para evitar dormirme, y claro, no descansaba ni la mitad, y encima ella tardaba casi 40 minutos en mamar, con tanto tener que despertarla. Gatito desde el primer día mama estando las dos tumbadas (aunque así le cuesta un poquito más), y a partir de cierta hora, se queda conmigo en la cama. El tener una cama grande de verdad también ayuda a no tener miedo de aplastarla, que ahora cabemos bien todos.


Yo también recupero la normalidad. Iba a poner poco a poco, pero la verdad es que la estoy recuperando mucho más deprisa que la primera vez. Ya puedo ponerme mis pantalones normales, eso sí, con una extensión que es un trocito de cinturón, que amplía la cintura un poco. El rollito de barriguita cervecera todavía lo tengo, pero del resto he recuperado la figura.

El "culito mandril" que lo llama Guardabosques ya está casi recuperado también, a base de duchas frías una o dos veces diarias. Que también me han venido muy bien para la hinchazón de pies y para la celulitis de los muslos. Pero qué frío que paso.

Lo único que todavía no se me ha quitado es el dolor de espalda. Me duele todavía mucho la zona lumbar, el sacro y el coxis. Pero claro, lo primero es que es ahí donde tengo la artritis. Y cuando nació Pollito ella ya me desplazó el coxis al salir, con la cabeza, y eso que pesaba medio kilo menos que su hermana. El fisio me lo corrigió, pero a saber cómo se me ha quedado el coxis en este parto... tengo que llamar al fisio de nuevo.

Bueno, también me queda el cansancio. Eso de dormir de dos en dos horas, pasa factura. Y lo que me queda. Como le digo a Guardabosques, mi cáscara no está mal, pero por dentro, en vez de cerebro tengo gelatina. Me olvido de todo, me hablan y ni me doy cuenta. Y a partir de las seis de la tarde... ni cáscara queda. Soy gelatina enterita. Física y anímicamente. Tengo tristeza postparto, pero sólo a partir de las seis de la tarde. Vamos, que a esas horas se me junta el hambre con las ganas de comer, y el hacer la cena, y el cansancio, y Pollito que sí que no tiene hambre y sí muchas ganas de llamar la atención, y Gatito que tiene detector de "comida en la mesa" y entonces quiere su toma a la de YA... vamos, que son las horas a las que se junta todo, y yo salto y me cabreo y lloro a la mínima. Con Gatito, que es la hora en la que decide "unirse al coro" de llantos desconsolados. Un cuadro.

Como veis, aguantamos la familia hasta las 8 de la tarde. A partir de ahí, nos descomponemos y nos convertimos en The Walking Dead. No nos llaméis a partir de esas horas. Que a las 10, que es incluso antes que la Cenicienta, estamos todos en la cama. Durmiendo no (ojalá), pero en la cama, intentándolo.  Que la esperanza es lo último que se pierde.

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

13 comentarios:

  1. Con lo del agua fria as notado cambios visibles en la cerulitis entonces?! Porque me voy a poner a ello en ese caso!! Jeje! Parece que va todo sobre ruedas! Muchos besos

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    1. Pues la verdad es que sí que parece que tengo menos celulitis... aunque si las duchas frías sólo las hiciera por eso, casi seguro que no las tomaría ;). Muy agradables no es que sean, no.
      Y bueno, vamos sobre ruedas pero con algún bache en el camino. Pero lo importante es que con la segunda ya sabes que el camino es el bueno, que los baches son normales, y se pasan. Un beso!

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  2. Mejor me quedo con todo lo bueno; lo malo ya lo iré descubriendo! A ver si poco a poco vais descansando más y mejor....

    Abrazos.

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    1. Sí, no te preocupes, que además cada parto y cada niño es un mundo, totalmente diferente.
      Lo del sueño... teniendo en cuenta lo que hemos pasado con la primera, con la segunda directamente navegaremos las olas, sin intentar dominarlas. Y dormiremos cuando podamos.
      Un beso!

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  3. Un resumen genial!! Es normal al principio, la falta de sueño tiene graves consecuencias en el humor... jajaja
    A mis peques también les pasaba lo mismo que a Pollito, que por la tarde-noche se ponian a llorar muy nerviosos, y lo que me funcionaba bastante bien, era ponermelos en el fular unas horas antes de su hora tonta. No se si por el movimiento, el contacto,...nose... pero llegabamos a la hora de dormir casi sin llantos.

    Un besito!

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    1. Pues de día estamos bastante bien, pero es caer la tarde... y los nervios se nos ponen a todos a flor de piel. Sé que es normal, pero los cuatro lo pasamos algo mal. Gatito pasa el día en brazos, a excepción de un par de horas, que está en la hamaquita, para poder cocinar y/o comer, y a veces ni eso. El resto, brazos o fular. Pero ni con esas. Esta noche la ha pasado retorciéndose cada hora o así, tirándose peditos... A ver si su intestino se pone un poco las pilas, y puede descansar más.
      Un beso!

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  4. Menudo pedazo de resumen!!!

    La experiencia es un grado, qué te voy a decir. Mi Bichito no lloraba nunca, pero mi Pequeñín no podía perder mi contacto, así que todo el día en el fular pegadito a mi y listo. Los niños lloran por algo, ya sea porque necesitan el calor de su madre o porque tienen hambre o porque les molesta un gas.

    Respecto a tu parto, leí tu entrada. Siento que no veamos las cosas del mismo modo, pero si a ti te vale, perfecto.

    Besitos y que la lactancia siga viento en popa!!!

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    1. Pues sí, tu lo sabrás bien!
      A mí las dos me han salido de estar pegadas, Gatito de noche se despierta cada hora, la pones al pecho, apoya la cabeza, sin mamar, y se duerme. No tiene hambre, sólo quiere notar que estás ahí. Así que pasa de los brazos al fular, y al revés. En la hamaquita lo imprescindible, y en la cuna... casi nada.
      Y no digo que es que llore "por nada", sino que hay veces que no se puede hacer nada, más que tenerla en brazos, mimarla y acompañarla hasta que se le pasa. Con Pollito nos agobiábamos muchísimo, con Gatito lo aceptamos, la achuchamos, le damos masajito, y esperamos a que se le pase el retortijón.
      Y el parto... uff. La naturaleza no es siempre tan sabia. Y una vez la niña no cabía por donde tenía que salir... tenía que ser instrumental sí o sí. Y mejor provocado y un minuto de ventosa, que sin provocar, la niña todavía más grande, y con palas o cesárea. No sabes lo mal que lo pasé oyendo cómo le bajaban las pulsaciones, y yo venga a empujar y que no salía... ¿que lo hubiera preferido de otro modo? pues sí. Pero dentro de que fue medicalizado, fue respetado, me trataron como persona en todo momento y me lo explicaron todo. Creo que antepuse el bienestar de mi niña por encima de mis deseos, y no me arrepiento.
      Y para tí te deseo todo lo que yo no pude tener.
      un beso!

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  5. NO había escuchado nunca esa crema, para que es exactamente?
    Me alegro de que todo sea más fácil y de que poco a poco vuelvas a la normalidad. Un beso

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    1. El trofolastin es una de las cremas típicas para las grietas de los pezones. Tiene centella asiática, como la blastoestimulina. Yo no he tenido grietas con ninguna de las dos niñas (pero porque mamaban en buena postura, no por la crema) pero sí que tenía la piel irritada, en las dos ocasiones, y la del resto del pecho muy tirante. Y esa crema me ha ido muy bien para las dos cosas.
      un beso!

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  6. Lo de que la experiencia es un grado es un tópico, pero taaaannn cierto!!! Entre lo que una vive y lo que lee y aprende con el tiempo, imagino que una segunda crianza no tiene nada que ver con la primera ;)
    Me alegra de que todo vaya bien y de que el baby blues sea exclusivamente vespertino, jejeje...
    Muas!

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    1. Es un tópico, pero una verdad como una catedral. Y más que baby blues tengo baby red, me cabreo con que me miren... pero bueno, hoy parece que hemos dormido mejor, a ver qué tal se nos da la tarde.
      Un beso!

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  7. Animo Teresa,aunque a moment9os la situacion desborde lo estás haciendo genial, ya me gustaría a mi llevarlo asi de "bien",intentaremos capearlo.
    Qué maravilla que ya entres en tus pantalones y menos celulitis...donde firmo?.Me apuntaré lo del agua fria que en abril ya se llevará mejor y me he quedado pensando en el cambio de 3 tallas con la subida de la leche..tengo que comprar sujetadores y no sé de que talla,jajjjaja
    besiños

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